Pablo L. Belly es reconocido como una de los máximas autoridades mundiales en Knowledge Management y Capital Intelectual ademas de ser considerado como pionero y padre fundador de la Gestión del Conocimiento en Iberoamérica | ver + |
URL del sitio web: http://www.bellykm.com/About-Us/Pablo-L-Belly.html
Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Las formas cambian constantemente. Esto es lo único constante. Tal cual lo decía Heraclito: "lo único permanente es el cambio". Las formas que se crearon en el pasado han cambiado, y las formas que creamos en el presente cambiarán en el futuro.
La era del conocimiento trajo aparejada un sin fin de posibilidades para quienes desean aprovecharlas, ahora los empleados son dueños del capital mas importante, sus mentes, y por lo tanto, libres, libres para poder elegir, con quien trabajar, con quien relacionarse, con quien casarse, a que grupo religiosos pertenecer, que música desea escuchar, etc.
Tanto la información como el conocimiento deben ser claros y entendibles para todos los usuarios reales y potenciales. En algunas ocasiones cuando se juntan un grupo de expertos en áreas precisas como medicina, marketing, producción, petróleo, química, finanzas, legales, sistemas u otros, manejan códigos que ellos solos entienden.
Una organización que tenga incorporada la cultura del conocimiento cuenta con enorme ventaja. No puede pasar desapercibida antes de cualquier otro paso hacia cualquier otro ámbito. Así como es imposible crear un hospital que no tenga una cultura de salud y cuidado de los pacientes, si una compañía no tiene asimilada la cultura del conocimiento, no se puede pensar en cualquier modelo de gestión del capital intelectual.
La participación de los empleados en la elaboración de normas es algo que no todos los directivos están dispuestos a asumir. Son mayoría los que hablan de darle participación a los empleados, pero son minoría los que le ponen acción a las palabras.
Con el transcurso de los años la carga de conocimientos que se requiere para hacer cualquier trabajo ha ido en constante aumento, de la rutinaria cadena de montaje en la fabrica donde las tareas de los operarios eran rutinarias y repetitivas, a las complejas y especificas tareas que realiza el trabajador intelectual de este nuevo siglo.