Una organización que tenga incorporada la cultura del conocimiento cuenta con enorme ventaja. No puede pasar desapercibida antes de cualquier otro paso hacia cualquier otro ámbito. Así como es imposible crear un hospital que no tenga una cultura de salud y cuidado de los pacientes, si una compañía no tiene asimilada la cultura del conocimiento, no se puede pensar en cualquier modelo de gestión del capital intelectual.
El capital humano no se encuentra aislado en el mundo, si no que se encuentra dentro de una estructura donde aporta y recibe conocimientos. El capital humano integra y forma parte de departamentos, secciones, unidades de negocios, áreas, sectores y otros grupos de personas. A su vez estos grupos constituyen y forman la compañía.
Sin una administración lo mas probable es que el conocimiento nunca llegue a capitalizarse, descubriere, ni mucho menos transmitirse y hacerlo disponible para que otros personas lo utilicen.
Los grandes líderes supieron movilizar gente. Ramses lo hizo, Jesucristo lo hizo, Washington lo hizo, Ghandi lo hizo, Alejandro Magno lo hizo, Cristóbal Colon lo hizo, y así sucesivamente podríamos llegar fácilmente a la actualidad.
Lograr gestionar el conocimiento que esta contenido en el capital estructural no es una practica que se da de la noche a la mañana, sino mas bien que es un proceso en el cual hay contenidas etapas y obstáculos para lograr implementar la gestión del conocimiento.
La participación de los empleados en la elaboración de normas es algo que no todos los directivos están dispuestos a asumir. Son mayoría los que hablan de darle participación a los empleados, pero son minoría los que le ponen acción a las palabras.